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El Despertar de un Gigante

 

 

Isaías 60

 

¡Levántate y resplandece, que llega tu luz!

    ¡La gloria de YHVH amanece sobre ti!

 

Hace 200 años, le preguntaron a Napoleón qué pensaba de China. El emperador francés respondió: "Allí duerme un gigante. Dejémoslo que duerma, porque cuando despierte se moverá el mundo entero". Creo firmemente que la Iglesia es un gigante que ha estado dormido, Satanás lo sabe, a él le conviene que estemos en este letargo espiritual, de esa manera no somos amenaza, no le causamos ningún daño pero como dijo el almirante Isoroku Yamamoto al atacar a los Estados Unidos de Norte América en el Pacífico de Pearl Harbor: "Me temo que hemos despertado a un gigante dormido que debe estar lleno de venganza". Este es el tiempo, es nuestro momento…Satanás sabe que ha despertado a un gigante que había estado dormido con sed de Justicia, sed de ver la gloria de Dios manifestada en esta tierra.

 

El profeta Isaías dice a Israel levántate y el eco de esas palabras llega a nosotros con el poder del Espíritu Santo, las condiciones políticas, sociales y religiosas que estaba pasando el pueblo de Israel son muy similares a la que hoy estamos viviendo en todo el mundo, opresiones demoniacas, familias destruidas, la justicia no sale derecha, corrupción política, económica y porque no decirlo aun el sistema religioso esta corrompido, en medio del caos puedo escuchar la voz del Espíritu Santo diciendo levántate de esta condición, has brillar tu luz en medio de la oscuridad que vive la sociedad.

A la Iglesia de este siglo le falta poder, autoridad, y sin estas dos cosas somos como un vendedor de jabones que viste de ropa sucia. Para poder apreciar plenamente la función de la iglesia en la tierra, necesitamos comprender el destino para el cual la iglesia fue formada por Dios. El primer capítulo de Éfesios es un catálogo de las increíbles riquezas que cada persona recibe al instante que cree en el Señor Jesucristo. En los dos últimos versículos del capítulo, Pablo presenta a la Iglesia, el cuerpo de Cristo de la siguiente manera:

 

Éfesios 1.22-23 dice: Y sometió [Dios el Padre] todas las cosas bajo sus [del Señor Jesucristo] pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

 

Si comprendemos el destino de la Iglesia y si percibimos que somos parte del cuerpo de Cristo por la fe, entonces hemos de comprender esto: la Iglesia de Cristo cuenta con la provisión, protección y el poder necesario para ser de mucho más impacto de lo que podemos imaginar. Estamos en esta tierra para agradar a Dios y la Iglesia que solo pretende agradar a los hombres, deja de ser casa de Dios, para convertirse en guarida de hombres. Allí no ocurren milagros, salvación, liberaciones ni transformaciones. En cambio, donde el Espíritu Santo está, Él tiene libertad para moverse, tocar a Su pueblo y hacer milagros.

 

¿Qué es lo que necesitamos?, responder a esta pregunta ¿Quién es el Espíritu Santo? El Espíritu Santo no es una fuerza, no es una emoción, no es un pensamiento. El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es la representación de la santidad de Dios y Su naturaleza la describe Su nombre: SANTO. Y es Consolador, enviado por el Padre para avivar, despertar a su Iglesia y de esa manera se cumpla con la gran comisión.

 

 

Afirmación del día: Hoy me sacudo el polvo de mi espíritu, de mi alma y me levanto en el poder del Espíritu Santo para derribar y destruir, para arrancar y arruinar las obras de las tinieblas.

 

devocionaleselioenaiperez.blogspot.com

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