
¡Y te dices ser, un Hombre!
1 Reyes 2.1-2
1Cuando ya se acercaba el momento de morir, el rey David le dio el siguiente encargo a su hijo Salomón: 2«Yo voy camino al lugar donde todos partirán algún día. Ten valor y sé hombre.
¿Qué significa ser hombre? ¿Cuáles serían las características de un verdadero hombre? ¿Existirá un instrumento que mida la masculinidad? Cuando escuchamos a un padre de familia hablar de su hijo, algunas veces utilizan adjetivos para dirigirse a ellos como por ejemplo: mi niño, mi bebe, mi príncipe, mi rey de la casa.
Alguna vez has escuchado la historia de David, conocido como el segundo Rey sobre Israel, antes de llegar al trono, Saúl que en ese momento era el Rey, estaba pasando por un problema emocional y espiritual, un espíritu de parte de Dios venia y lo atormentaba, y lo único que lo calmaba, cuando era atormentado era la música, buscaron a un músico pero no a cualquier músico, ya que uno de sus siervos dio testimonio de David diciendo: —Uno de los hijos de Isaí de Belén tiene mucho talento para tocar el arpa. No sólo eso, es un guerrero valiente, un hombre de guerra y de buen juicio. También es un joven bien parecido y el SEÑOR está con él.
Me atrevo a decir que David dio ejemplo y testimonio de ser un hombre, eso, no significa que no cometió errores, que no se equivocó o que no fracasó, claro que los tuvo, pero su hombría no se media por las mujeres que tuvo o por cuantos filisteos mato, no, sino que se ganó el reconocimiento de ser hombre, por reconocer sus errores, fracasos y pecados delante de Dios.
Ahora ¡Qué consejo, el que David le da a su hijo antes de morir! de todo lo que pudo decirle, le aconsejó ser HOMBRE. Lo que me dice esto es que la hombría es más que el sexo con el que nacemos, esto es el carácter que desarrollamos en la vida.
Todos sabemos que un varón nace hombre, es decir, viene al mundo con características físicas diferentes a las de una mujer, pero David se refiere al carácter que implica ser hombre. En la vida cristiana se hace énfasis en enseñar a las mujeres sobre su rol y cómo desempeñarlo. Hay muchos ministerios dedicados a la mujer virtuosa y ayuda idónea, esa mujer de la que habla Proverbios 31, pero muy poco se habla de ser el hombre que la Biblia enseña. Todos escuchamos que la esposa debe sujetarse a su marido, pero no tocamos el tema del papel que un hombre juega en el hogar. Por eso mi interés sobre este tema, quiero dejarte este legado en estas líneas para que lo pases de generación en generación.
David le decía a Salomón que debía ser valiente. La labor que tiene por delante, es tan importante que no puede ser afrontada más que por un hombre con carácter para ser rey. En tu hogar sucede lo mismo, necesitan que seas la cabeza de la familia no “el que manda”. Tu esposa, tus hijos requieren de un varón valiente y firme en momentos difíciles que los respalde y sustente, no un machista.
Porque algunos esposos no desarrollan su hombría, son tímidos o no toman su papel en su hogar, permiten que sus hijos les falten el respeto, tienen un hogar disfuncional, entonces nos damos cuenta que muchos de los frutos de la edad adulta están enraizados en nuestra niñez; la autoestima, el conocimiento interno de quienes somos, nuestra sexualidad, nuestras preferencias. Todo esto está plantado hondamente en el suelo de nuestros primeros recuerdos, experiencias y definiciones.
Por los motivos anteriores hemos criado una generación de hombres iracundos. Ellos a la vez han llevado su enojo interno a su matrimonio, esta ira se manifiesta en violencia, perversión o autodestrucción. El Apóstol Pablo nos invita a ser diferentes, ha expresar amor a nuestros seres queridos.
1 Corintios 16.13-14
Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. Todas vuestras cosas sean hechas con amor.
Aquí nos dice “pórtate varonil y muestra tu amor”, como nuestro Señor cuando se hizo vulnerable y se humilló en la cruz, desnudo e indefenso, donde algunos se burlaron y otros fueron capaces de ver ese amor tan grande.
La mayor expresión de valentía es compartir el amor con los de tu hogar. Recuerda lo siguiente el resto de tu vida: La hombría se define en tu corazón, no en tus genitales. Busca ser ese hombre de valor que Él ha formado y que tanto necesitan los tuyos.
"Seamos hombres íntegros y valientes."
Afirmación del día: Renuncio al machismo, renuncio a pasividad, a la ira, me declaro un hombre conforme al corazón de Dios.
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