
Mi cuerpo Templo de Dios II
Romanos 12.1-2
Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que Él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo. No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
Existe una lucha entre la mente y el cuerpo, cuando nos dejamos llevar por los impulsos de nuestra carne, nuestra mente empieza a modificar su conducta, hábitos y aun los hábitos alimenticios, esto no es nuevo, el Apóstol Pablo casi dos mil años escribió el versículo del día, ahora sabemos que nuestra mente no solo afecta a nuestro cuerpo, sino que también nuestro cuerpo afecta a nuestra mente.
¿Qué dice la Biblia acerca de nuestro cuerpo?
Vivimos en una cultura hedonista obsesionada con la belleza física y los cuerpos sexys, sin embargo muchos de los creyentes ignoran que su cuerpo es importante, nos olvidamos que somos la extensión del cuerpo de Cristo, somos sus manos, sus pies, su boca, por esta causa debemos cuidarnos.
Dios tiene mucho que decir acerca de la importancia del cuerpo que él te ha dado. Se habla de él en toda la Biblia.
1 Corintios 6.12–20
«Todo me está permitido», pero no todo es para mi bien. «Todo me está permitido», pero no dejaré que nada me domine. «Los alimentos son para el estómago y el estómago para los alimentos»; así es, y Dios los destruirá a ambos. Pero el cuerpo no es para la inmoralidad sexual sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. Con su poder Dios resucitó al Señor, y nos resucitará también a nosotros. ¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo mismo? ¿Tomaré acaso los miembros de Cristo para unirlos con una prostituta? ¡Jamás! ¿No saben que el que se une a una prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues la Escritura dice: «Los dos llegarán a ser un solo cuerpo». Pero el que se une al Señor se hace uno con él en espíritu. Huyan de la inmoralidad sexual. Todos los demás pecados que una persona comete quedan fuera de su cuerpo; pero el que comete inmoralidades sexuales peca contra su propio cuerpo. ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Entonces, ustedes no son dueños de su cuerpo; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.
Como podemos ver, el apóstol Pablo con autoridad, nos exhorta con una clara, rotunda, abierta y manifiesta descripción de lo que Dios considera el buen y mal uso de nuestro cuerpo.
De los versos anteriores podemos extraer algunas verdades importante para ponerlo en practica el día de hoy:
1. Mi cuerpo le pertenece a Dios. Es propiedad suya, no mía. Yo no lo poseo, sino Dios. Él creó mi cuerpo, y espera que lo use como él quiso que se usara.
2. Jesús pagó por mi cuerpo cuando murió por mí en la cruz. Si eres tan valioso como para que alguien muriese por ti, ¿no crees que Dios quiere que te cuides mejor?
3. El Espíritu de Dios vive en mi cuerpo. Cuando Dios pone su Espíritu dentro de ti, tu cuerpo se convierte en un templo para Dios, una residencia para su amor.
4. Dios espera que cuide de mi cuerpo. Cuidar de mi cuerpo es un asunto de administración espiritual. Un día tendré que dar cuentas de lo bien que gestioné todo lo que él me dio, incluyendo mi cuerpo.
5. Dios resucitará mi cuerpo cuando muera. Dios nunca desperdicia nada. Él saca el máximo provecho de lo que crea.
Si Dios tomo su tiempo y uso sus manos para formarte, toma estos 7 días para consagrarte, orar por ti, aplica las promesas de Dios para declarar sanidad en tu cuerpo, sanidad emocional y declarar que tu espíritu se activa en el poder del Espíritu Santo.
Afirmación de día: Soy Templo del Espíritu Santo y ninguna enfermedad profanara mi cuerpo, soy sano en el nombre del Hijo de Dios, mi Señor y Salvador Jesucristo.